
En la mitología griega las sirenas eran seres francamente siniestros, que con sus cantos hipnotizaban a los marineros hasta que sus embarcaciones zozobraban.
Hans Christian Andersen tiñó a su sirenita, probablemente la más famosa de todos los tiempos, de un aire trágico.
Luego vino Disney, con su versión edulcorada, llena de canciones y a todo color. Tengo debilitad por los finales felices y por el cangrejo Sebastián cantando aquello de: "Bajo el mar, bajo el maaaaar"
Para mi, las sirenas, siempre serán seres felices y sonrientes, que disfrutan (como yo) de cada minuto que pasan en el agua.
Nola, en realidad me encanta demasiado las cosas que haces, a mi me encantan las manualidades, pero soy tan ansiosa que quiero hacer todo a la vez y al final no hago nada o me resulta mal... te felicito ya que puedes crear con tus manos todo lo que se crea en tu imaginación... cuando haga mi blog te invitaré
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