No puedo evitarlo, cada vez que tengo entre mis manos las gomas de borrar con la intención de hacer sellitos, pienso en todo tipo de chucherías: caramelos y chicles, regalices y palomitas, nubes de azúcar y piruletas. No sé si es por los colores vibrantes de las gomas que me recuerdan a las gominolas, o porque nunca comimos tantos dulces o emborronamos tanto como cuando éramos pequeños. Así que la inspiración está ahí, flotando y , como no me resisto (ni a las chuches ni a las musas) he empezado una pequeña colección de sellos tallados con "dulces" motivos.
No podía faltar un buen bote de caramelos para ponerlo en la repisa más alta de la estantería (mejor que no estén de masiado a mano)Para la foto (en un alarde o originalidad) he puesto unos cuantos caramelos auténticos (voy dando pistas por si mi tallado no es lo bastante bueno) Estos los he capturado al vuelo en la cabalgata de reyes, así que como los reyes son majos, además de magos, espero que no engorden demasiado, ya que al hacer la foto uno (bueno dos o tres) se han desempaquetado ellos solitos y han ido a parar a mi boca ¡no sé como a podido ocurrir!

Me gustan los sellos con varias partes independientes, así más que un sello parece que tienes infinidad de ellos, pudiendo llenar y vaciar el bote de caramelos o cambiar los sabores a tu antojo.

También he tallado una antigua expendedora de chicles. Me parecen preciosas, es imposible sacar una bolita sin una sonrisa en la cara.

Por suerte la expendedora de chicles que tengo es de juguete y los chicles de mentira, así que no tengo con confesar ningún desliz más.
Y por último un paquete de palomitas, duces o saladas dependiendo del color de la tinta. Podéis coger unas poquitas para la pelicula de la noche.

Feliz fin de semana a todos