
En este improvisado pueblo que está naciendo casi sin querer entre mis telas, no podía faltar una tetería. ¡Cómo me gusta calentarme las manos saboreando una deliciosa infusión!

Parece que la regenta el sombrerero loco, debe de ser que la fabricación de chisteras y pamelas anda de capa caída y ha tenido que ampliar el negocio.

Como podéis ver la casa de la abuelita no ha sido la última, y os adelanto que esta tampoco lo es. Falta esa tienda que últimamente prolifera como setas en noviembre ¿adivináis cual es?
Con esto de la crisis hay que diversificar los negocios, alguno funcionará.
ResponderEliminarTe ha quedado muy chula, y la siguiente ¿puede ser un "chino"?, jejejejeje.
Besitos
Q diver...me encanta!
ResponderEliminarDa gusto visitar tu blog.Es inspirador!
ResponderEliminarPrecioso blog!
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