domingo, 30 de septiembre de 2012
viernes, 28 de septiembre de 2012
Una lechuza y dos erizos

Érase una vez que se era una lechuza y dos erizos que paseaban por el bosque, de repente, sin previo aviso se encontraron...
Este podría ser el principio de un cuento. Vivo cerca de las antiguas cocheras de una estación de tren en donde las lechuzas campan a sus anchas, a pesar de los intentos de los operarios del ferrocarril de expulsarlas de allí. Algunas noches, se las puede ver como fantasmas blancos y, cuando pasa siempre se me acelera el corazón. Nunca me da tiempo a disfrutarlas todo lo que me gustaría.

Tal vez este fin de semana tenga la suerte de cruzarme con alguna. Os deseo un feliz fin de semana lleno de felices encuentros inesperados.
lunes, 24 de septiembre de 2012
La niña búho y su hermanita Curuxiña
sábado, 22 de septiembre de 2012
Calabaza de fieltro
Me encantan los cambios de estación y el otoño es una estación especial para mi. Es tiempo de calabazas, de setas y de castañas asadas. Así que aquí me tenéis, haciéndole los honores a un otoño recién estrenado con esta calabaza que es también un afiletero. Uliticé fieltros en diferentes tonos de naranja, para una calabaza hecha en menos de 10 minutos. Tiene alguna pifiadilla en la parte de arriba. La máquina de coser no termina de hacerme caso. Será que a veces la abandono y luego se enfada conmigo. Pero lo disimulé poniéndole una segunda hoja. Sé que un mago nunca revela sus trucos, pero las meteduras de pata sirven para aprender.
Los conejitos los he sacado en la foto porque son nuevos y no podía esperar para lucirlos ¿Verdad que posan bien? Y las avellanas son de la huerta de Paulino, que fue tan amable de regarnos un puñadito, junto con una bolsa llena de manzanas y peras. Todavía no las he probado, pero seguro que están deliciosas y haré mermelada con algunas.
Feliz otoño a todos.
martes, 18 de septiembre de 2012
Mermelada de calabaza casera.
Me encanta hacer mermeladas, sobre todo si, como en este caso, una vecina te regala una calabaza gigante que amenaza con estropearse. Aunque creo que dejaré de hacer mermeladas una temporadita, al menos hasta que la alacena esté un poquito menos llena.
Esta mermelada de calabaza lleva jengibre y canela. Tiene un sabor que se sale de lo corriente. A mi me ha encantado, aunque en casa ha sido controvertida. Parece que o te encanta o arrugas la nariz.
Estas tres calabazas abuelitas me han dado la receta, y se han pasado todo el rato discutiendo sobre las cantidades de azúcar, que si el jengibre era demasiado exótico... en fin. Al final he hecho lo que buenamente he podido.
Y yo creo que la más anciana de las tres calabazas me ha guiñado un ojo en señal de aprobación.
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