Los dedos fríos, a primera vista, pueden parecer algo negativo, pero, tras un par de meses de tener manos sudadas con sólo mirar (y no digamos tocar) el fieltro, suponen todo un regalo.

Y Octubre también ha traído a Gatinda, una pequeña bruja, a la que, como a mi, le encantan los gatos. Tras leerse de un tirón los siete libros de Harry Potter, decidió convertirse en animaga sin el incordio de asistir a las clases. Así que me pidió que le cosiera un disfraz de minino.

Y aquí está, contando los días que faltan para la noche de Halloween, para ir de puerta en puerta y llenarse los bolsillos de caramelos. Yo, por si acaso, iré preparando bolsitas de dulces y manzanas de caramelo.

Me encanta tu brijita gato. ¡es precisosa! A mí también me gusta el otoño. Es mi estación del año preferida. Así que a disfrutarla.
ResponderEliminarUn abrazo,
Aintzane.
El otoño del norte me encanta con toda la variedad de colores que se transforma el paisaje. Aquí no es tan evidente, es otro tipo de vegetación , pinos, encinas, alcornoques, no se ve tanto color, aunque en el aire y la luz ya se siente el otoño. Preciosa la bruja gatita con su gorrito puntiagudo y su escoba, una brujita muy simpática .. Besitos.
ResponderEliminarUn resultado precioso. Me encanta
ResponderEliminar¡Pero qué bonita es! Como todas tus muñecas :D
ResponderEliminarbuenas, me gustaria añadirte en mi pinterest, pero no me deja añadir esta brujita tan maravillosa. Un beso desde España
ResponderEliminarwonderful, i love your dolls ! bravo
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